DIOS TIENE UN
PROYECTO PARA TI
(Vida plena en Él)
Isaías
48, 6-7:”ahora te hago saber cosas
nuevas...” Is 43,18-19: “¿No lo notas?”.
Dios nunca vuelve, siempre viene: Ahora.
Isaías
1,4-10
Vocación y misión del
profeta
El Señor me habló así:
Antes
de formarte en el vientre te conocí;
Antes
de que salieras del seno te consagré,
Te
constituí profeta de las naciones.
Yo
dije: ¡Ah, Señor, mira que no se hablar, pues soy un niño!
Y el Señor me respondió:
No
digas: “soy un niño”,
porque
irás a donde Yo te envíe y dirás lo que Yo te ordene.
No
les tengas miedo, pues Yo estoy contigo para librarte,
Oráculo
del Señor.
Entonces
el Señor alargó su mano, tocó mi boca y me dijo:
“Mira, pongo mis palabras en tu boca:
en
este día te doy autoridad sobre naciones y reinos,
para
arrancar y derribar,
para
destruir y demoler,
para
edificar y plantar”.
Palabra de Dios
MOTIVACIÓN:
¿De dónde vengo?
Los científicos hoy en día dicen que
hay tres misterios profundos para la ciencia: 1) el origen del mundo; 2) el
origen del hombre y 3) el origen de la vida. Con el primero dicen que se ha
avanzado algo; con el “Big bang”, aquella primitiva explosión, parece que
comenzó todo, aunque no saben decir qué había antes y el por qué o qué generó
el Big bang. El segundo, el origen del hombre, lo explican bastante con la
teoría de la evolución desde las especies superiores. Con millones de años de
evolución apareció en este planeta el homo
sapiens, aunque tampoco se sepa decir qué había antes. Donde se estrellan
del todo y acaban diciendo, como Sócrates, “solamente sé que no sé nada”, es
cuando investigan el origen de la vida. Es demasiada casualidad que se dé al
azar la combinación necesaria de proteínas y aminoácidos para que nazca
siquiera la célula más pequeña. Y eso sólo, por lo que se sabe, en este
pequeñísimo planeta, donde se dan –también, qué casualidad-, las circunstancias
espacialísimas que no se conocen en ningún otro lugar del sistema, para que
surja la vida. Estos investigadores no hablan de un Creador, esto no sería
científico.
Hay rastros de que la vida en este
planeta empezó hace mas de 3,800 millones de años. Pero… ¿por qué sucedió esto
en la Tierra? ¿Por qué –en un universo tan inmenso- hemos sido nosotros los
afortunados al haber tenido acceso al fenómeno de la inteligencia, el lenguaje,
la libertad y, sobre todo, la conciencia? El ser humano aunque es un animal no
es sólo un animal racional. Existe un abismo ontológico entre el ser humano y
los otros animales. ¿Por qué esta gran excepción, por qué aquí y por qué somos
nosotros, precisamente nosotros, los protagonistas?
No
estoy en la vida por casualidad. Estoy porque Dios me ha creado. No hay azar en
la creación. Dios no juega a los dados con el mundo. Vengo de Dios. Dios pensó
en mí. Mis padres querían un hijo. A mí, sólo Dios. Dios me quiso y me quiere.
Primero
existí en Dios; Él fue el primero en pensar en mí, me amó y me ama, después
contó con mamá y papá, para hacer realidad esta historia. Mamá y papá se
prepararon para mí llegada, desde entonces siempre se han ocupado de mí, siendo
muy pequeño me hablaron de Dios, me llevaban a misa, me atendían en mi
enfermedad, procuraron mi educación, hasta el día de hoy que ya puedo valerme
por mí mismo, y soy responsable de mis actos, de mi formación, de buscar darle
una respuesta a lo que Dios quiere de mí, de llenar de sentido mi existencia, de
cuidar mi vida, de no exponerme a situaciones peligrosas; de ser feliz… Esta
historia comenzó en Dios y en Dios debe terminar, si tú así lo quieres. ¿Soy
conciente de que Dios me dio la vida? ¿Para qué? ¿Cómo la vivo? ¿Qué he de
hacer? Estas son las preguntas más importantes que todo ser humano lleva
inscritas en su corazón, y de la respuesta que des dependerá el sentido y fin
de su existencia, dependerá su realización, su felicidad. ¿Te has hecho estas
preguntas de manera seria? ¿Tienes ya la respuesta?